viernes, 16 de marzo de 2012

Franco


   Cuando se habla de accidentes y se cuentan heridos, de ellos nada más se dice en los medios. ¿Cómo están hoy los 700 heridos del choque del tren en la Estación Once? ¿Murieron algunos de ellos por las heridas? ¿Quedan algunos internados? Y entre los que ya recibieron el alta, ¿cómo estarán? ¿Qué secuelas estarán sobrellevando? ¿Volvieron a trabajar, a estudiar, a disfrutar de sus afectos?

   También se denominan “accidentes” a las situaciones durante un partido de rugby en la que algún jugador sufre una lesión seria. Pero después de los primeros tiempos de revuelo mediático, la espuma baja y queda la persona accidentada, con sus dolores y su historia nueva a cuestas. ¿Qué es de la vida actual de Rodrigo Cortés, jugador de Curupaytí que se lesionó las cervicales en 2008? ¿Y de la de Iñaki Benítez Cruz, a quien le pasó lo mismo con la camiseta de Deportiva Francesa, en 2009, mientras jugaba un partido de una categoría juvenil?  Salgamos de Buenos Aires ¿Cómo está Diego Elías, tucumano, “accidentado” en 1994 en la provincia del azúcar cuando jugaba con los colores de Universitario, de esa provincia? ¿Y Guillermo Bustamante Sierra, también “accidentado” en 1994, en Córdoba, en un partido con su equipo, Colegio Taborín?

 Franco Minotto está del otro lado del teléfono, en la ciudad de Mendoza, en la que vive con su familia. En 2006, una rodilla de un jugador rival golpeó su cabeza de tal manera que le lastimó el cuello al punto de que Franco ya no pudo caminar más. En ese partido, él defendía la camiseta de la categoría Menores de 15 años de Marista.

   “Ahora no voy mucho al club. Cuando lo hago voy a ver a mis amigos, de mi camada. Antes me visitaba más gente, pero se cortó un poco la relación. Al principio estaba todo el mundo.  La dirigencia de Mendoza no, yo con la Unión de Rugby de Cuyo nunca tuve relación. Nunca recibí un llamado de nadie de ellos, todo fue a través de Marista. No sabría decirte por qué”, cuenta Franco.

   Sobre el recuerdo de aquel día de 2006, y el golpe de su cabeza contra un jugador adversario, Minotto no tiene dudas. “Para mí fue un rodillazo con mala intención”. El involucrado nunca se contactó con él.  Durante varios meses quedó directamente con cuadriplejia. Después de mucha voluntad, esfuerzo y rehabilitación, logró recuperar la movilidad de los brazos. “Todo es muy lento, ya me lo dijeron los médicos”, agrega.

  “Recibo una pensión de 25 mil pesos por año, en dos tandas, por gastos míos, de material descartable y medicación. Uno en junio y otro en diciembre,” dice Franco. En Argentina, la Fundación Rugby Amistad reúne a jugadores que quedaron con discapacidad durante partidos o entrenamientos de ese deporte, y canaliza ayuda económica y moral desde 1992, además de buscar mayor conciencia para la prevención de situaciones que provoquen lesiones irreversibles durante el juego.

  Franco sigue haciendo kinesiología tres veces por semana y reconoce: “Es complicado el día a día”. Se levanta por las mañanas, y, con ayuda de su familia, pasa a la silla de ruedas. Recibe a la kinesiología, estudia textos de alguna de las materias de Abogacía, la carrera que cursa,  y a la tarde se para una hora y media, para fortalecer su cuerpo y no mantenerlo en la misma posición.

   También va a la cancha a ver a Godoy Cruz, aunque simpatiza por River. Escucha canciones de Bob Marley y es fanático de Los Simpsons y de El Chavo del 8. Por Facebook se lo encuentra rápido y-lo que no sucede con todo el mundo-responde los mensajes.

  Para ir a la facultad, en la ciudad de Mendoza, tiene algunos inconvenientes. “El transporte deja mucho que desear, tomar un micro para mí es casi imposible”, revela. Va  a la Facultad solo, y una vez ahí algunos amigos lo ayudan a ingresar. No siempre le resulta sencillo escribir, ya que no puede hacerlo por mucho tiempo.

  Con sus compañeros de estudio se lleva muy bien. Había empezado la carrera en una facultad pública, pero se sentía “un número más”. Ahora está más cómodo. Y claro, cómo olvidar a su familia, a su padre médico, a su madre docente, a su hermano de 18 años y a su hermana de 15, que están con él, de cuerpo y alma...


2 comentarios:

  1. Me gustó mucho la nota y gracias a Franco por ofrecerse...le toca algo duro, y aparte, creo que en él nos podemos acordar, porque sí, porque es humano y es no someterse a la tiranía de los medios de turno, de lo que dice al principio: "Y qué es de la vida de los que..."...no es que arregle nada, es que como dice el viejo dicho latino "Nada humano me es ajeno". Y eso, en este mundo, ya es mucho sentirlo y vivirlo, y hacer lo que se pueda para que otros también lo vivan...Abrazo, A.C. Marina

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  2. Abrazo grande a la distancia y mucha fuerza para lo que viene.

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Tomémonos unos instantes para pensar qué se va a escribir. Mensajes agresivos, publicidades, chismes, van directamente a la papelera de reciclaje. Gracias.